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miércoles, 30 de enero de 2013

Mi vida sin mi


Mi vida sin mi.

Prólogo: Recuerda.

Cerró los ojos apartando la mirada de aquel chico al que había estado observando durante horas. El pobre llevaba todo aquel rato andando sin rumbo fijo, simplemente dando vueltas por la ciudad como si no quisiera pararse. Desde su posición, Emma podía sentir su dolor y volvió a cerrar los ojos con fuerza como si quisiera evitar llorar, a pesar de que ya no podría hacerlo, cerraba los ojos para no verle, para no sufrir. Pero, sobre todo, Emma Sterm cerraba los ojos para no recordar, para olvidar todo lo que había pasado.

  • Sabes que es mucho más fácil de lo que crees, sin embargo tú decidiste complicar las cosas.- La chica escuchó aquella voz que la sacó de su ensimismamiento y no pudo hacer más que sonreír levemente. A veces sentía que aquel Ser existía única y exclusivamente para torturarla a base de palabras que se clavaban como cuchillos en su piel. En su inexistente piel. - Recuerda, Sterm. Recuerda. - La chica susurró aquella última palabra mientras se desvanecía y Emma se rindió. No podía seguir guardándolo todo, era la hora de recordar. Lex tenía razón. Odiaba admitirlo pero era así. Se tumbó y miró a la chica de forma reservada, como si temiera contarlo todo, como si temiera asumir sus errores.

  • Había una vez... - Emma comenzó a contar la historia como si de un cuento infantil se tratase mas una severa mirada por parte de Lex la hizo cambiar de opinión. No podía jugar. No en su redención. Suspiró, exhausta, y comenzó a relatar lo ocurrido en aquel último año...

Todo empezó con el comienzo de un año nuevo. El dos mil doce ya había llegado y todos lo celebraban, Emma y sus amigas estaban dándole los últimos retoques a sus vestidos para la gran fiesta que se avecinaba. Todo parecía perfecto, cinco amigas que se conocían de toda la vida iban a comenzar el primer año nuevo de su mayoría de edad, ya que Emma, la más pequeña de todas había alcanzado en edad a sus amigas un par de días antes de navidad. Elena se giró a sus amigas, sonriente, mientras las miraba de arriba a abajo, prácticamente escaneándolas. Buscando el mínimo fallo que pudiera estropear aquella noche. “Estáis preciosas...” La madre de Elena había entrado en la habitación de su hija para preguntarles si iban a tardar mucho más en estar listas pero pudo comprobar que aquellas cinco muchachas, a las que quería como si fueran sus hijas, estaban listas y preciosas. Una lágrima rebelde escapó de sus ojos por culpa de la emoción pero con una suave caricia en la mejilla, Emma la había disipado. Mercedes negó levemente con la cabeza y su sonrisa volvió a su cara. “Os espero abajo, que Tom quiere sacaros unas fotos” Las chicas ahogaron una risa. El padre de Elena tenía fotos de ellas cinco a cualquier edad y en cualquier lugar. Siempre habían bromeado con el hecho de que puede que ellas olvidaran algunos momentos vividos pero que siempre estaría Tom para recodárselos, mediante aquellas fotografías. Lentamente las amigas comenzaron a bajar la escaleras, todas andaban con cuidado de no caerse por culpa de los tacones, la más preocupada que estaba era Brittany, ya que esta era su primera vez con tacones, solo esperaba no caerse. Una vez que todas estaban en el salón, Tom se dedicó a sacarles fotografías mientras las chicas posaban, ya estaban acostumbradas a ello. Sin embargo nunca sabrían que la fotografía favorita del padre de Elena era una en las que las cinco se encontraban hablando entre ellas, sentadas en el sofá. “Las sonrisas de esta foto... son tan sinceras y puras como vuestra amistad” había escrito en la parte trasera de la imagen.

Después de aquella improvisada sesión de fotos, las chicas se montaron en el coche de Mercedes la cual las llevó hasta aquella conocida discoteca a la que iba todo el mundo. Elena iba de copiloto, dirigiendo a su madre para que esta no se perdiera mientras que Emma y Brittnay iban detrás y, finalmente, en los últimos asientos del coche Leah y Diana, que estaban hablando de sus nuevos ligues, Liam y Parker. Ninguna se esperaba el gran cambio que tendrían sus vidas a partir de aquel momento.

viernes, 18 de enero de 2013

Him.

18/01/13
Caminé hasta la cama a pesar de que sabía que no iba a dormir. Lo podemos llamar rutina. Cojo mis cascos y pongo la música en aleatorio y me dejo llevar por la suave melodía de mis canciones. Cierro los ojos, ahora suena Welcome Home, esta canción hace que a pesar de todo acabe sonriendo la voz del cantante consigue relajarme a pesar de todo. La canción acaba y con esta mi momento de relax, sólo necesito oir las dos primeras notas de la siguiente para saber qué canción suena. Por un segundo vuelves a mi mente con las notas de Broken. No sé porqué pero siempre regresas... ¿Por qué he roto mi promesa? ¿Mi jodido propósito de año nuevo? ¿Por qué, a pesar de todo, sigues siendo tan importante para mi? No lo sé... Ojalá lo supiera...

Muchos creerán que estoy enamorada de ti o alguna parida de esas pero esas suposiciones no hacen más que hacerme reír. Te quería, muchísmo. Pero eso no implica que me gustases o que estuviera enamorada de ti. Quizá sí que eras algo más que un amigo. Eras como... uno de mis mejores amigos, alguien con quien hablaba cada día.. Alguien a quien contárselo todo. Alguien.. Con quien me sentía protegida.. Alguien como un hermano.

Definitivamente no sé nada... No sé qué demonios hago escribiéndote aquí... No sé por que fuiste tan importante... Sólo sé que soy estúpida. Más de lo que pensaba...  Y que te echo de menos...

24/09/2013
Volviste. Y no fue hasta ese instante, en el que hablamos de nuevo, cuando me di cuenta de lo mucho que te había echado de menos.. La realidad me abofeteó con nuevos momentos felices, de complicidad, de bromas, de risas... De ser nosotros. Sólo nosotros en este mundo de hipocresía. Dos pequeños descubriendo la verdadera amistad.

Hace un mes pudimos vernos y aquella fue una tarde genial, simplemente tirados en el césped, parloteando, bebiendo coca-cola. Riéndonos de tonterías. Recuerdo que me dijiste que te encantó verme así de feliz, de tranquila. Pues ahí va un secreto: Era feliz de reír a tu lado al fin.